Tu pareja ronca, tú no puedes dormir y al día siguiente el cansancio hace que te preguntes si de verdad quieres a tu amorcito. Si te suena familiar, puede que la solución esté en otra cama (o habitación).


Tu pareja ronca, tú no puedes dormir y al día siguiente el cansancio hace que te preguntes si de verdad quieres a tu amorcito. Si te suena familiar, puede que la solución esté en otra cama (o habitación).